sábado, 17 de enero de 2015

REFLEXIÓN DE INNOVACIÓN (2ª Parte)



Y de nuevo… hablamos sobre la innovación, mas esta vez intentaré enfocarme en los proyectos y cómo podemos modelarlos. A lo largo de esta asignatura he aprendido que los modelos determinan nuestros trabajos y siguen unas pautas, similares a otros, sean o no innovadores. En esta ocasión me voy a enfocar en el modelo ADDIE, el cual es muy adecuado, hemos usado en nuestro proyecto y está dividido en cinco fases, que son:
§         Análisis: Responde al problema a solucionar, nos da claridad sobre dónde se va a llevar a cabo la innovación, determina que es necesario solucionar, las dificultades que surgirán, etc.

§         Diseño: debe estar pautado por las estrategias técnicas a seguir, para que nos ayuden a lograr el principal objetivo que nos marquemos. A su vez, tendremos que crear prototipos de materiales y recursos para éste. Estos han de ser escogidos pensando en la práctica innovadora, pero siempre respondiendo a la necesidad que se plantee.

§         Desarrollo: Es la parte más teórica o extensa. En ella se tienen que apreciar los contenidos tratados, las tecnologías implicadas, las fases y la proyección de los trabajos.

§         Implementación: Se refiere a la puesta en marcha del trabajo realizado. Por lo tanto, una vez planificado todo se ha de realizar el proyecto, para conseguir la meta marcada con anterioridad.

§         Evaluación: Esta fase o proyecto abarca las reacciones que se han apreciado durante el proyecto, los aprendizajes, los comportamientos y los resultados. La evaluación es pues, el momento en el que los creadores del grupo se para a pensar en los pros y contras del trabajo, a la par que dejan constancia de si el proyecto es viable o no.

Estas fases, vistas de forma teórica… ¿dan pie a la innovación?. No creo que se pueda dar ni exista una innovación al 100%. Creo que un proyecto, como el planteado en el aula, puede ser más o menos innovador con respecto a otros, pero siempre parte de una idea más básica, aquella que queremos mejorar, por lo tanto, en respuesta a la pregunta aquí expuesta, yo considero que estas fases sí dan pie a la innovación.


Los proyectos de mejora permiten que se lleven a cabo tormentas de ideas, debates entre los integrantes, disputas, críticas, planteamiento de ideas locas, etc. Esto no tiene que ser algo innovador, ya que en multitud de trabajos se realizan estas fases, pero la búsqueda de una mejora y/o solución a un problema, o el querer llamar la atención de una temática, desde otra perspectiva, medio social o hacia otro campo del estudio, hacen que la innovación brille con luz propia. Esta mejora atiende a diversas dimensiones, abarca multitud de estrategias y está en constante cambio y replanteamiento de sí misma, por lo que es algo grato e innovador, que permite que tanto los entornos educativos, como los sociales y/o familiares se beneficien de nuevos puntos de vista y de trabajos que buscan la inclusión y significatividad ante el cambio y la mejora.


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